El ácido hialurónico es una sustancia producida de manera natural por nuestro cuerpo y que, debido a su capacidad para atraer y retener el agua, está considerado como una sustancia perfecta para mantener los tejidos firmes y en buenas condiciones. Así, el ácido hialurónico se encuentra en tejidos y órganos de nuestro cuerpo, como, por ejemplo, la piel, los cartílagos o los ojos.
Con la edad la producción de ácido hialurónico de nuestro organismo desciende y con esto aparece la deshidratación de la piel y los síntomas de la edad. Esta pérdida de agua de la piel provoca un descenso del volumen en nuestros pómulos, labios o alrededores de los ojos por la reabsorción de los tejidos. Este efecto hace que nuestra cara se vea cansada, como descolgada, vieja y demacrada.
Excelente para la estética facial
Con los rellenos faciales de ácido hialurónico que nos ofrece la mesoterapia, conseguimos devolver el volumen y la hidratación a las zonas de nuestra cara que lo han perdido, una característica muy importante, además de su efecto de relleno, es la capacidad de retener la hidratación de la piel.
El ácido hialurónico es puro y estéril y su uso no implica riesgos de transmisión de enfermedades o alergias. Al estar compuesto principalmente por agua y azúcares, desaparece progresivamente ya que es reabsorbido por el organismo.
La técnica de mesoterapia de rellenos faciales con ácido hialurónico como método de rejuvenecimiento facial, siempre realizada por profesionales sanitarios, es considerada una de las técnicas más efectivas en el tratamiento de las arrugas del borde del labio superior, de las línea de expresión que aparecen desde la nariz hasta dos lados de la boca, para eliminar arrugas del escote, etc.
Beneficios del ácido hialurónico
El ácido hialurónico es cada vez más popular en el mundo de la estética. Sus resultados y su relativamente sencilla aplicación lo han hecho un excelente complemento a las rehabilitaciones odontológicas.
Debido a los beneficios que ofrecen a la estética facial y a la armonización del rostro, los odontólogos pueden complementar una rehabilitación dental con tratamientos de ácido hialurónico en el tercio inferior del rostro, es decir, en labios, mentón y mandíbula. La intención es mejorar la estética para que la restauración dental sea más beneficiosa para el paciente.
Puesto que se produce de forma natural en nuestro cuerpo, el ácido hialurónico es biocompatible, se reabsorbe y no causa ningún problema ni efecto secundario relevante.